25 abril, 2024

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Elon Musk no entiende qué es la marca azul en Twitter y quiere convertirlo en OnlyFans

El multimillonario de origen sudafricano gusta -como pocos- de encarnar el viejo refrán que reza que “el que tiene plata, hace lo que quiere” y lo lleva al extremo.

Elon Musk se maneja -incluso en público- con la faceta más antipática y repulsiva que tienen los poderosos. Más aún: el hecho de que parezca hasta orgulloso de verse como un imbécil caprichoso con miles de millones de dólares hace pensar en la provocación como estrategia calculada, mucho más que en un “defecto” suyo.

Prueba de eso son las incontables idas y vueltas que tuvo la compra que hizo de Twitter; las declaraciones iniciales de que iba a echar a buena parte de los empleados de la red social, solo para desmentirlo luego; o la bravuconada de deshacerse de la junta directiva y volver a la compañía “privada” (en Estados Unidos, si no cotizan en bolsa, las empresas tienen que rendir muchísimas menos cuentas y pueden ser menos transparentes).

Antes en el tiempo, sus comportamientos poco éticos para hacer subir y bajar acciones, que le valieron incluso investigaciones de la Comisión de Valores de Estados Unidos, dejaban en claro que el multimillonario de origen sudafricano gusta -como pocos- de encarnar el viejo refrán que reza que “el que tiene plata, hace lo que quiere” y lo lleva al extremo.

Twitter quiere convertirse en otro OnlyFans

Ahora mismo, lo último que se sabe es que quiere volver a Twitter en una suerte de copia de OnlyFans. Aparentemente (como dijimos, nunca se sabe si es cierto o no, viniendo de Musk) trascendió que la red social estaría trabajando en una nueva función que permitirá a los usuarios generar beneficios con la publicación de contenido audiovisual o de video, que se presentaría bajo el nombre de Paywalled Video.

Según The Washington Post, este muro de pago, que podría estar disponible entre la semana que viene y la siguiente, ofrecería un funcionamiento similar a la plataforma de micromecenazgo para adultos OnlyFans, donde los usuarios pagan una cuota mensual para suscribirse a un determinado canal y ver su contenido.

La usina de trompadas al vacío y en todas las direcciones que es estrategia central de Musk también ha hecho que él mismo fuese quien avisó, en un hilo de Twitter, que quienes quieran tener (o mantener) el sello azul de sello verificado, vayan pensando en pagar algo así como 8 dólares mensuales por ese servicio. También dejó claro que le importa el equivalente a nada que alguien se queje, lo mismo van a tener que pagar.

Además, ofrecería otras funcionalidades que hoy no tiene: los usuarios que paguen también obtendrán prioridad en las respuestas, menciones y búsquedas, lo que “es esencial para derrotar el spam y las estafas”, así como la posibilidad de publicar vídeos y audios largos y la mitad de anuncios que ahora presenta la suscripción.

Está clarísimo que en esta idea de “libertad de prensa de mercado”, tener plata implica obtener más llegada y más repercusión. Una premisa que se estampa de frente como un Tesla fallado contra la presunta intención de devolver la libertad y la democracia que el mismo Musk dijo tener al adquirir Twitter.

El significado de la marca azul en Twitter

Pero además, como bien expresa en esta columna Scott Nover en el medio especializado Quartz, demuestra que el inefable Elon no tiene ni la más remota idea de qué significa el sello azul para el funcionamiento del juguetito que acaba de comprar por 44 mil millones de dólares.

Musk ve la marca azul como un símbolo de estatus. Pero no se trata solo de influencia.

Twitter introdujo la verificación en 2009 tras una disputa legal con Tony La Russa, el antiguo entrenador de los Cardenales de San Luis. Louis. La Russa demandó a Twitter porque se hacía pasar por él en la plataforma. (Otros famosos, como Kanye West, también se habían quejado.) Aunque Twitter calificó el litigio de “frívolo”, la demanda catalizó sus primeras acciones en materia de verificación.

En 2013, Twitter afinó más su redacción en torno a la verificación: “La verificación se utiliza actualmente para establecer la autenticidad de las identidades en Twitter. La insignia verificada ayuda a los usuarios a descubrir fuentes de información de alta calidad y a confiar en que una fuente legítima es la autora de los tuits de la cuenta”.

Para entonces, la empresa comprendió que había un doble propósito: la pequeña marca azul es una forma de verificar que las personas son quienes dicen ser y también de transmitir a los usuarios quién es una fuente de información digna de confianza.

Ni hablemos de lo contradictorio que significa, frente a la desinformación y la difusión de las fake news, que las cuentas verificadas y que son confiables tengan que pagar por demostrar que son quienes dicen ser. Musk está tan equivocado que no solamente debería ser gratuito: Twitter debería pagar a esos perfiles.

¿O alguien piensa que los anunciantes van a seguir comprando publicidad por 5.000 millones de dólares (como en el último trimestre en Twitter) si se vuelve una red de perfiles falsos e información cada vez menos confiable?

Fuente lavoz