La empresa Rocket Lab informó que el lanzamiento de satélites desde su filial en Nueva Zelanda fracasó este sábado y nunca llegó a órbita. El cohete llevaba dos satélites de observación terrestre de BlackSky, una compañía de monitoreo global.
Según explicó la compañía con sede en California, el problema se registró durante el proceso de encendido de la segunda etapa del cohete Electron, a menos de tres minutos del lanzamiento.
“La anomalía de hoy sucedió después de 17 lanzamientos orbitales exitosos del vehículo de lanzamiento Electron. Teniendo varios vehículos de lanzamiento actualmente en producción, Rocket Lab está preparado para un retorno rápido a los vuelos en cuanto se hayan completado las investigaciones y se haya aplicado toda medida correctiva requerida’’, se lee en el comunicado que publicó la empresa.
El primer lanzamiento de Rocket Lab, en 2017, no llegó a órbita luego de que fallara la telemetría de la nave espacial, están investigando si en esta ocasión ocurrió lo mismo.
Rocket Lab agregó que la primera etapa del cohete cayó exitosamente con paracaídas al océano y las cuadrillas de trabajadores realizaban tareas para su recuperación. La empresa intenta desarrollar la capacidad de recuperar y reutilizar las primeras etapas del Electron.
La casa central de Rocket Lab está en Long Beach, California, pero tiene dos sitios de lanzamiento: uno en la Península Mahia neozelandesa y otro la Isla Wallops, en Virginia.
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