25 abril, 2024

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Netflix: ‘La Serpiente’, miniserie del asesino en serie Charles Sobhraj

El gigante de Streaming describe el mundo de uno de los asesinos en serie en los setenta, los viajeros que exploran la ruta hippie del sur de Asia caen en las garras del cruel asesino Charles Sobhraj. Basada en hechos reales estremecedores.

El éxito de varios true crime durante los últimos años ha dejado claro el interés del público hacia las historias de asesinos reales. Este formato en cierto modo puede que canse un poco por la tendencia a uniformar todos los casos, pero si se aborda desde un efímera supuesta serie de ficción, que es el caso de ‘La Serpiente’, coproducción de BBC y Netflix que este viernes 2 de abril llegó a la plataforma de streaming, previo paso por el canal británico.

‘La Serpiente’ cuenta la historia de Charles Sobhraj, un asesino en serie que durante los años 70 logró burlar durante un tiempo a las autoridades gracias a su astucia. Esta miniserie de ocho episodios logra reflejar eso bastante bien gracias a la gran interpretación de Tahar Rahim, un actor al alza que hace bien poco fue candidato al Globo de Oro por su trabajo en ‘The Mauritanian’.

El primer logro de la serie es su acertada ambientación, logrando transportar al espectador al sudeste asiático a mediados de los 70, algo que se percibe en todos los apartados técnicos de la serie, desde el cuidado vestuario hasta la fotografía. Todo ello resulta clave para poder diferenciar a ‘La Serpiente’ de otras propuestas similares, dejando de paso claro que el caso de Sohbraj es de lo más especial.

Ante una afición en la decisión del guionista Richard Warlow de prescindir de una estructura lineal para ir dando saltos en el tiempo constantemente. Este flashback es algo que se remarca para evitar que el espectador se pierda, de igual modo no es necesario abusar de ello en la serie para no complicar ni conseguir nada realmente vital a cambio.

Esto se percibe más durante los primeros episodios y parece una consecuencia de la forma de plantear la historia, ya que al comienzo se tiende a jugar más con el lado más seductor del personaje, su forma de seducir a todos aquellos que le rodean, ninguno de ellos en conocimiento de hasta dónde está dispuesto a llegar el personaje interpretado por Rahim, casi coqueteando con la idea de verlo como un antihéroe en lugar de un criminal insaciable.

Lo curioso es que Rahim no subraya en exceso el encanto del personaje, pero su interpretación sí irradia el suficiente carisma y se entienda que tanta gente sirva de garantía por él, pese a que la serie no haga el hincapié suficiente en ello y a veces quiera darlo quizá demasiado por sentado. Eso sí, a ‘La Serpiente’ le interesa mucho más mostrar sus métodos que incidir en su capacidad para ejercer casi como el líder de una secta pequeñita.

Otra cosa destacable de ‘La Serpiente’ es que en paralelo a la actividad criminal de Sobhraj, donde la serie sabe cómo ir haciendo crecer de forma paulatina y orgánica esa sensación de amenaza que transmite el protagonista, surge una inevitable investigación. A priori, algo mucho menos estimulante, pero a la hora de la verdad sabe captar muy bien la obsesión que surge por intentar capturar a alguien tan escurridizo.

El buen hacer de Billy Howle resulta clave para ello, ya que además de ilustrar muy bien la creciente frustración que sufre por verse superado una y otra vez por Sohbraj, también sirve para matizar aún más al protagonista. Esto es algo que a su manera ya hacía el personaje interpretado por una muy solvente Jenna Coleman (gran trabajo sobre todo clavando el acento franco-canadiense de Marie-Andrée), pero en ese caso más por su capacidad para someter a sus seguidores, mientras que con el caso de Howle se capta más y mejor que estamos ante una tan fascinante como peligrosa mente criminal de primera que lo tiene todo bien atado.

Merece la pena destacar que ‘La Serpiente’ huye de todo efectismo, por lo que la mayoría de los crímenes se cometen en off, mientras que Rahim tiende a dar un enfoque de tranquilidad a su personaje que refuerza esa constante sensación de control. Obviamente, esto es algo que va resquebrajándose poco a poco a medida que pasan los episodios y el cerco sobre él se estrecha, pero incluso entonces sigue fiel a su forma de ser, algo que capta de maravilla la entrega final de ‘La Serpiente’, nueva demostración de lo que le rodea dice más sobre él que la propia vanidad del personaje.

‘La Serpiente’ no llega a ser una serie imprescindible por no terminar de hacer funcionar del todo la narrativa elegida para contar la historia, pero no quita que sea un notable drama criminal con la suficiente personalidad para destacar dentro de un subgénero del que quizá se ha abusado más de la cuenta. El gran trabajo de su reparto y la fiabilidad con la que capta la época en la que transcurre la acción son seguramente sus dos mejores bazas.

Fuente Spinof