28 marzo, 2024

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El mismo cargador para todos los dispositivos y todo el mundo: ¿solución o más problemas?

La disposición de la Unión Europea que unifica obligatoriamente a todos los dispositivos en el tipo de conector USB-C tiene un objetivo más que loable, pero en el corto plazo hay más dudas que certezas.

Algo así como 10 años le llevó al Parlamento Europeo la discusión que resultó en la legislación que acaba de ser aprobada y que obligará a todos los fabricantes de dispositivos que utliicen cables de alimentación o datos a tener el mismo tipo de puerto: el USB-C. Vale decir que si quieren que sus productos sean aprobados para la venta en los países de la Unión Europea, deberán tener ese conector como estándar universal.

Vale aclarar que no solamente se trata de los fabricantes de smartphones: notebooks, tablets, consolas de juego y hasta auriculares, cámaras digitales, mouses y teclados tendrán que ajustarse a este tipo de conector.

El plazo límite para que las empresas que hacen estos productos se adecuen es bastante amplio. Tendrán hasta 2024, y el espíritu de esta idea parece bueno: ahorrar solamente en Europa el daño que ocasionan 11 mil toneladas de residuos electrónicos en forma de cables y cargadores.

Por qué es conveniente unificar en USB-C

Para buena parte de los especialistas, esto podría generar un efecto imitación, ya que otros países también están considerando la posibilidad de establecer un único puerto de carga como estándar. La India, por ejemplo, está estudiando la posibilidad de aplicar una política similar a la de la UE, según la cual habrá un cargador común para todos los dispositivos.

Si hacemos cuentas, los 27 países de la UE son un mercado de 500 millones de consumidores, mientras que el de India se estima en 1.400 millones de personas. Si a eso se sumasen otras regiones, está claro que el USB-C podría convertirse en el estandar mundial.

Como decíamos antes, a largo plazo la medida será positiva en términos ecológicos para el medio ambiente y para los usuarios desde el punto de vista de su conveniencia económica. Lo que está por verse es si no genera en el corto y mediano plazo más problemas que soluciones.

En lo inmediato, es posible que se produzca un aumento de los residuos electrónicos, sobre todo si cada vez más personas empiezan a invertir en productos y en cargadores que utilizan el USB-C como estándar de carga. También habrá problemas en el uso de dispositivos USB heredados, a menos que la gente esté dispuesta a invertir en buenos conversores y adaptadores.

Hasta cuándo servirá el USB-A

Lo que es inevitable es que esto podría significar la muerte del USB-A. ¿Tenés un viejo disco duro externo que utiliza USB-A? Si es así, lo más probable es que tengas que lidiar con muchos dolores de cabeza en el futuro, sólo para conectarlo a tu nueva computadora.

Por lo pronto, el mundo tech tiene los ojos puestos en la decisión que tomará Apple. Ya es sabido que la firma de la manzana insiste con su propio estandar (el puerto Lightning) y que al menos el ya presentado iPhone 14 tendrá ese conector. Pero visto que en Cupertino suelen presentar el modelo anual del smartphone en el segundo semestre del año, es posible que el 15 tampoco venga con USB-C, ya que en 2023 todavía faltaría un año para la deadline de la entrada en vigencia de la norma en Europa.

Es poco probable que Apple deje de vender su producto estrella en Europa. Tampoco parece factible que Apple fabrique un adaptador de USB-C a Lightning, ya que la nueva legislación exige explícitamente que el USB-C “esté accesible y operativo en todo momento”, punto que saca de la ecuación a los adaptadores.

Más allá de que lo más seguro es que todavía no se anuncie ninguna medida concreta antes de que se cumpla el plazo de dos años estipulado por la ley, no faltan analistas que arriesgan que los iPhones podrían empezar a tener como única opción de carga la inalámbrica, y esto haría inaplicable la directiva a la empresa, ya que no habría ningún puerto de carga en sus smartphones.

Lo que sí parece es que, de no mediar nada raro, en dos años habrá un mismo cable y un mismo cargador para un montón de productos distintos. A qué costo, con qué beneficio y para quién será conveniente, eso todavía está por verse.

Fuente LaVoz